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En pleno paréntesis entre Australia y Acapulco, Rafael Nadal acumula horas de trabajo en Manacor. Sin moverse sobre la pista, ya ha cogido la raqueta entre sesiones en el gimnasio de su centro deportivo, donde hace un alto en su preparación para atender a Ultima Hora y analizar el curso. Además el peso específico de la figura, social y pública, de Rafael Nadal, hace que sus opiniones siempre sean tenidas en cuenta. El tenista repasó varios aspectos de la actualidad y tuvo palabras de felicitación y agradecimiento para Ultima Hora en su 125 aniversario.
—¿Sigue la recuperación en buen camino para estar en Acapulco?
—Sí, salvo imprevistos el calendario sigue igual. Cuando me hice daño sabía que no era nada muy grave. Es más fácil aceptar las lesiones fortuitas en las que que tienes que hacer unas cosas y cumplir con un calendario.
—¿A nivel tenístico se sentía a la altura del año pasado?
—No tuve una pretemporada tan completa como la anterior porque la rodilla había terminado tocada, pero había llegado al punto que queríamos, que era ganar un par de partidos y hacerlo con buenas sensaciones. Me sentí al nivel que queríamos y preparado para aspirar a todo.
—¿Ve los 20 grandes de Roger Federer como algo inalcanzable?
—Inalcanzable no, improbable sí. No es algo que me preocupe, ni en lo que piense. Hago mi camino sin mirar al de al lado y es algo para el tenis y para la vida. Siempre podrías estar frustrado comparándote. No es una buena filosofía. Hay que estar satisfecho con lo que se hace si te esfuerzas todo lo que puedes. Siempre hay alguien con más títulos o más cosas, así que estoy satisfecho con lo que hago, agradecido por lo que me da la vida y feliz por lo bueno que le pase a los demás.
—Han tenido mala suerte de coincidir con Federer, Djokovic, Murray, usted mismo...
—No sé decirlo y es algo difícil de contestar para mí porque estoy implicado. Cuando llegué estaban los Coria, Nalbandian, Hewitt, Safin, Ferrero... Llegamos y superamos a esa generación. Esta ha tardado un poco más, pero el problema es que ha habido otros años que no han salido tan buenas generaciones. La que viene es suficientemente buena como para sacarnos de ahí.
—¿Cuál es su mayor victoria al margen del tenis?
—El tenis es una parte muy importante de mi vida y casi siempre prioritario, pero nunca ha sido lo único. Hay muchas otras cosas que me hacen feliz. Tener cerca a la gente que quiero, el contacto diario con mi familia... Soy familiar y aprecio ser de un pueblo. La convivencia con mi familia y mi entorno es más fácil que en una gran ciudad. Puedo ver a mis amigos de toda la vida y valoro todo esto.
—¿Cómo es ahora su día a día sin Toni Nadal?
—Es un cambio y como todos al principio un poco extraño porque ha estado toda la vida a mi lado. Tampoco es que se haya ido. Sigo compartiendo muchos momentos y tengo contacto diario o por teléfono en los torneos.
—Recientemente ya ha expresado su inquietud por la situación política. ¿Se habla demasiado de políticos?
—No es que hablemos demasiado de los políticos. Deberían ser nuestros representantes y es normal que hablemos de la gente a la que se le ha otorgado el poder. Se viven situaciones excepcionales en nuestro país que hay que manejar de la mejor manera. A mí, el enfrentamiento no me gusta en ningún aspecto, no creo en él y me crea un malestar. Llevamos meses con situaciones desagradables y espero que se acaben y se vuelva a la normalidad. Tengo mis ideas y mis opiniones que ya he medio dado y en las que no me repetiré. Espero que se restablezca la normalidad ciudadana sin tanta gente en la calle, sin enfrentamientos y que haya una convivencia pacífica, que es lo que siempre entiendo que ha sido en nuestro país.
—Sus opiniones siempre tienen trascendencia. ¿Se siente un referente?
—No pienso si soy un referente, trato de hacer las cosas de forma correcta y de la forma en la que me han educado. A algunos les gustará más, a otros menos, y hay que aceptarlo, pero al final lo importante es intentar ser buena gente. Aciertas y te equivocas, pero si haces las cosas de corazón y con buena fe no se te puede reprochar mucho.
—Siempre le ha gustado estar bien informado y este año Ultima Hora celebra su 125 aniversario. ¿Qué opinión guarda al respecto?
—Como mallorquín y ciudadanos de las Islas, para estar informados es una suerte tener a Ultima Hora. Además, para mí como deportista, al igual que para otros de quienes ha informado y a los que ha seguido durante estos años, supone una ayuda para llegar a nuestra gente
El Rafa Nadal Sports Centre se ha convertido en un referente del turismo deportivo internacional. En la segunda parte de la entrevista concedida por Rafael Nadal a Ultima Hora, el tenista de Manacor se muestra satisfecho por los resultados que hasta el momento está obteniendo la Academia, aunque el objetivo es seguir creciendo.
—¿Qué balance hace de estos casi dos años que lleva abierto el Rafa Nadal Sports Centre?
—Todos los proyectos son complicados en su arranque, al principio existen miedos porque uno siempre quiere y espera que las cosas salgan perfectas. Si nos ceñimos a la academia creo que podemos estar satisfechos, a día de hoy 120 chicas y chicos de unos 30 países residen aquí entrenando y cursando sus estudios. Siendo realistas es complicado acoger a más jóvenes con la cantidad de pistas que tenemos ahora y dar el servicio que queremos. Independientemente de los chicos de la academia unos 150 niños de Manacor y comarca también practican tenis en las instalaciones y estos también son muy importantes para mí. Quería que esto fuera un centro social y con más de 2.000 socios y un buen ambiente creo que se ha logrado. Otra parte del centro está destinada a dar servicio a los profesionales que quieran realizar estancias preparatorias con sus equipos, al igual que aficionados que pretendan mejorar su tenis y vivir una experiencia en unas instalaciones como las nuestras.
—Este complejo requiere una inversión importante...
—La verdad es que sí, ha rondado los 40 millones de euros. Desde que se gestó la idea de la academia recibimos bastantes propuestas de diferentes países y alguna ciudad española para construirla sin coste económico para mí, pero tenía claro que la primera y la base de posibles otras debía ser en mi ciudad. Para mí es un motivo de satisfacción cuando me encuentro con personas de Manacor, la comarca o la Isla felicitándome y hasta algunos agradeciéndome el haber construido el centro aquí por lo que a ellos les reporta.
—¿Y sabe cuántas personas están trabajando aquí?
—Sí claro, a día de hoy son más de 200 puestos de trabajo directos y la plantilla crece en verano por las visitas al museo. Para dar un buen servicio necesitamos un gran equipo humano, no solo entrenadores, preparadores físicos, fisioterapeutas, psicólogos... detrás de todos estos hay muchas otras personas, todas ellas importantes y mayoritariamente de Manacor, procurando que todo funcione adecuadamente. Esta cifra, según tengo entendido, se vería incrementada considerablemente si tuviéramos en cuenta los puestos de trabajo indirectos, tal como lo demuestra el estudio realizado por la Fundación Impulsa, que es una entidad creada por el Govern y por la CAEB que tiene un prestigioso centro de estudios. Este informe nos ha revelado que cada euro invertido tiene un efecto multiplicador del 2.25 tanto para Mallorca como para Baleares. Además procuramos que la mayoría de nuestros proveedores sean locales o regionales.
—¿En el futuro hacia dónde tiene que ir la Academia?
—Hay que intentar mejorar siempre. Empezamos el proyecto base y tras casi dos años hay varias cosas que necesitamos mejorar para estar a la altura de los mejores centros internacionales y poder competir con ellos.
—¿Qué mejoras le gustaría hacer?
—Hay diferentes puntos en los que trabajar. Primero necesitamos contar con pistas cubiertas para garantizar tanto a los chicos como a los profesionales que se puede trabajar los 365 días del año y a la vez organizar torneos sin estar pendientes de las inclemencias meteorológicas.
En segundo lugar hacen falta más pistas exteriores, principalmente de tierra batida y con las dimensiones adecuadas para poder realizar torneos de cierta categoría, siguiendo las directrices de la ATP y en las que puedan ejercitarse los profesionales. En tercer lugar tenemos que poder ofrecer una cantidad de unidades, suites, destinadas a cubrir las necesidades de los profesionales y sus equipos. Esto no supone incrementar plazas, ya que están dentro de las inicialmente previstas, simplemente se trata de dotarlas de más privacidad tal como me comentaron jugadores que ya han pasado por aquí como Murray, Dimitrov, Sock o Caroline Garcia.
—¿Hay en marcha una expansión internacional? —Seguimos recibiendo peticiones para abrir Academias. Precisamente dentro de unos días recibiremos la visita de las autoridades de una ciudad importante del estado de Florida, que es la cuna del tenis en Estados Unidos, con el fin de ver la posibilidad de replicar nuestra academia y ser gestionada por nuestro equipo. A finales de 2018 será una realidad el primer proyecto en México con un nuevo enfoque que pronto comunicaremos, pero siempre teniendo presente que la base será la de aquí, la de mi casa, mi ciudad, desde donde se nutrirán las demás.
—La cantera mallorquina, con Jaume Munar al frente, pide paso y algunos de los jóvenes talentos trabajan ya en Manacor...
—Procuramos dar facilidades a la gente de aquí que intenta ser profesional y hemos puesto en marcha becas y trabajamos en la búsqueda de patrocinios para ayudarles. Jaume Munar vino el año pasado, ha hecho una buena pretemporada y es un año bueno e importante para él. Además, también están aquí Rosa Vicens o Pedro Vives.
—Un torneo WTA, un ATP Champions Tour, una academia como esta... Mallorca tiene visos de ser referente en Europa.
—Todo lleva trabajo, pero tenemos las condiciones adecuadas, el clima acompaña y con pistas cubiertas podríamos ofrecer los servicios que los profesionales necesitan.
—¿Cuántos jugadores del circuito le han mostrado interés en venir?
—Siempre hay jugadores o jugadoras dispuestos a venir, sobre todo americanos cuando el circuito se desarrolla en Europa, siempre y cuando podamos garantizarles el poder entrenar cada día sin depender de la meteorología.
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